Comercio Exterior y lengua.

Existe un dato muy interesante sobre en comercio bilateral entre países: ¡Que si los dos países comparten la misma lengua el comercio entre ellos puede ser hasta siete veces más que sino lo comparten!
Aunque exista ya una lengua común, un lenguaje y hasta una jerga del comercio internacional, normalmente el inglés y unos términos por todos ya conocidos y muy trillados, esto sigue pasando debido a varias razones:

Una la lengua común entre los países “multiplica el potencial comunicativo de una colectividad”; según Adam Smith en Riqueza de las naciones; en otras palabras, los negociantes o comerciantes tienen una mayor versatilidad a la hora de hablar y posibilidad de empatía y de reconocerse como seres humanos, es decir, humaniza la relación comercial y crea vínculos mucho más fuertes que si no se comparte la misma lengua, ya que esta pasa de ser una simplemente fría y calculada transacción de bienes.

Dos “la lengua como reductora de los costes de transacción, es natural que los tramites para llevar acabo el comercio se faciliten a la hora de compartir una lengua común, sobretodo para entenderse de lo que demanda la contraparte, para el mutuo entendimiento de necesidades, para cumplimentar y formalizar los contratos y la claridad para llevarlos a buen fin y para resolver los imprevistos que puedan surgir.

Tercero como reductora de la “distancia psicológica”, entre las partes, pero esta se establece por vínculos históricos como por ejemplo: España y sus ex-colonias, Inglaterra y sus ex-colonias y Francia y sus ex-colonias, está por lo pronto es la más difícil de conseguir de las tres ya que es necesario un pasado común.

Por último, no solo se afectaría el comercio internacional, entre dichos países, también habría un significativo aumento de relaciones no solo de comercio como: inversión, flujo de capitales, turismo, flujo intercultural, migración mutua, des-localización mutua etc.

Dicho esto; Pasamos a hacer dos preguntas y a responderlas, mediante la estimación estadística de impacto.

Primera pregunta: ¿Qué pasaría si mañana por la mañana, de forma milagrosa y sin saber cómo todos los españoles se levantaran con un nivel de inglés de B2-C1, claro sin olvidar el Español y las otras lenguas que ya hablan?, ¿Cómo afectaría esto al PIB Español?.

Segunda Pregunta: ¿Qué pasaría si mañana por la mañana, de forma milagrosa y sin saber cómo todos los habitantes del planeta se levantaran sabiendo Español a un nivel B2-C1, sin olvidar sus propias lenguas?, ¿Cómo afectaría esto al PIB Español?.

Vamos a dar las sorprendentes estimaciones de resultados; con respecto a la primera pregunta la respuesta seria un aumento del PIB cercano al 19%, y de la segunda pregunta un aumento del PIB al rededor del 39%.

Son unas cifras impresionantes, para llegar a estos datos se calculó el impacto con cada socio comercial, también teniendo en cuenta que España se convertiría en un país ESL (English Second Language), que aunque no comparta la misma lengua con el otro país se facilita el comercio exterior y las demás actividades económicas, aumento significativo con EEUU, Inglaterra, Australia y la India.
Para concluir, podemos decir que; aunque suenen descabelladas las dos propuestas no lo son en lo absoluto, en un periodo de una generación es posible de que los Españoles lleguen a hablar todos inglés o por lo menos una parte y por la otra pregunta nos damos cuenta que invertir en que: los extranjeros en países lejanos y cercanos en que aprendan castellano repercute positivamente en el PIB, aunque sea una fracción del aumento de PIB, que es una labor que hace El instituto Cervantes.

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